La simulación en el área de la salud incluye una variedad de técnicas
educativas que se utilizan para complementar la adquisición de habilidades y
destrezas que los alumnos de medicina requieren en las áreas tanto de pregrado
como de posgrado. Este campo ha experimentado un crecimiento acelerado en los
programas de educación clínica y los beneficios que conlleva están descritos en
la bibliografía médica.
La idea primordial detrás de estas herramientas está
fundamentada en la simulación, la propiedad de imitar el comportamiento de
alguna situación o proceso por medio de un escenario, aparato o software analógicamente
portable y de fácil reproducción, con el propósito de realizar un estudio o
entrenamiento personal para desarrollar habilidades específicas.
Los tipos de simuladores en la medicina que pueden
encontrarse en la actualidad son los pacientes estandarizados, el simulador
humano, el paciente híbrido, los simuladores de habilidades específicas, los
simuladores virtuales por mencionar algunos.
El uso de la simulación en la enseñanza de la medicina es una
metodología necesaria que día a día cobra mayor importancia. Una de las razones
por las que debe emplearse como herramienta en la educación médica es el
concepto de seguridad del paciente; los profesionales de la salud deben ser
capaces de cubrir las diferentes competencias necesarias con el fin de
disminuir los errores médicos.
En resumen, la simulación clínica es una herramienta que
propicia la integración. Con ella los alumnos realizan diversas actividades de
aprendizaje en las que logran identificar, aclarar, plantear y resolver problemas
médicos de complejidad creciente.
Bibliografía
Sánchez, M., & Martínez, A. (s/f). Informática Biomédica (2014 Segunda Edición). México, Ciudad de México: Elsevier Masson Doyma México, S.A.
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